Un año tras otro se nos acaban los adjetivos para definir la originalidad, el trabajo y el esfuerzo que los vecinos realizan por embellecer calles y rincones, y mostrar a los visitantes y a los más pequeños todas las tradiciones y la historia de Villanueva del Duque.
En la Fuente Vieja se ha levantado piedra sobre piedra un Tejar, que parece realmente haberse trasladado en el tiempo, el proceso de fabricación de las tejas no tiene secretos para los vecinos de este rincón, que amablemente explican a todos los visitantes como se desarrollaba. Seguramente pocos recordaremos una de estas construcciones en pie.
Los vecinos del Morconcillo han recreado el poblado del Allozo, con la Iglesia de San Blas, varias casas, fuente y taberna, los Allozeños y Allozeñas despliegan una frenética actividad, intentando atender a todos los que pasan a conocer su pequeña aldea, poco acostumbrada a tanta expectación.
La Plaza de Mª Josefa Fernández ha amanecido con un precioso campo de 2000 amapolas, hechas y plantadas una a una por las vecinas y vecinos, un bello rincón sin duda, que desde un pequeño chozo vigila incansablemente una peculiar señora.
En la Plaza de Alejandro López Andrada, junto al pozo Verdinal, ha abierto una Fragua, que Catalino alimenta con madera de encina, para forjar el mejor metal de Los Pedroches y rememorar el duro oficio de los herradores villaduqueños. Los vecinos nos ayudarán a conocer todos los entresijos de la misma.
La Plaza de Santa Bárbara acoge el Mercado de Ganado del Chorrillo, con pavos, vacas, conejos, cochinos, gallinas, los más pequeños y los mayores disfrutarán con este mercado, que rememora a aquellos por los cuales Villanueva del Duque tuvo renombre en toda la provincia.
Recorriendo el Camino de Santiago debemos detenernos en el rincón de Palomo, allí la posada “Los Cuervos” ofrece vino, dulces y descanso para el peregrino, incluso nos pueden expedir el título que acredite nuestro paso por el Camino.
En la Avda. de América podremos disfrutar de todo el proceso tradicional de La Matanza, desde la crianza del cerdo, pasando por su sacrificio y la elaboración de productos que podremos contemplar colgados en un tradicional humero.
El Callejón de la Peñalá ha añadido a su encanto tradicional la decoración que han realizados los vecinos, es sin duda un rincón que nadie que venga a Villanueva del Duque puede perderse.
Finalmente en la Era Empedrá se representa el Día de los Hornazos que tradicionalmente los villaduqueños celebrábamos en el Arroyo Lanchar.
¿ A QUÉ ESPERAN PARA VISITARNOS ?
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