La antigua tienda de Checa en la Calle Ramón y Cajal, ha amanecido convertida en la taberna del tío Braulio en Bruma, no le faltaba ningún detalle, barriles de vino, vasos, publicidad de la época, sillas, bancos, veladores, una autentica vuelta atrás en el tiempo de la mano del equipo técnico de la película.

Para los que se hayan quedado con ganas de haberla visto, dos buenas noticias: una, que estará abierta al público durante la IV Semana de Turismo y otra que tenemos fotos. Pueden hacer clic sobre ellas para ampliarlas.

“Aquel anochecer, al llegar a mi casa, lo primero que hizo el tío Braulio fue abrir la puerta ya desvencijada que comunicaba al tabernuco: un áspero mostrador, cuatro mesas de álamo, doce sillas de enea y una vieja estantería ( donde varias botellas se amontonaban polvorientas ) conformaban la estampa agrisada del recinto. Yo aspiré gratamente un olor a mosto fermentado, y ese aroma, de pronto, me acercó hasta la inocencia y abrió extrañamente, las cortinas de mi nostalgia. Me costaba creer que estaba pisando otra vez la casa de mi niñez ..”

“Aún puedo evocar con sagrada nitidez el gesto de Jorge el Sapo al saludarme y el temblor emotivo de su enorme corpachón corriendo hacia mí para darme un fuerte abrazo. Vicente el Junco también me saludó, y Justiniano, y Facundo, el telegrafista […]. Había una extraña alegría, tal vez diluida, reflejada en los rostros sin luz de aquellos hombres. Reían, sí, pero de un modo muy forzado: yo los veía cansados, rotos, tristes, como matas de espliego arrancadas sin florecer o tallos de juncos quebrados por el aire.”

“Todo encajaba de pronto en mi interior, como las piezas de un puzzle antiguo, umbrío, carcomido por la acidez de la memoria. Todo estaba relacionado con la Vidente en sus años de juventud, seis lustros antes, cuando mi padre aún no se había casado y era buen amigo y camarada del Babosa”

Textos en negrita extraídos de «El Libro de las Aguas» de Alejandro López Andrada

Y una vez más, aquí están las fotos:

• Rodaje en Antigua Tienda Checa – Fotos: Ayto 

Julio López para villanuevadelduque.com

Aunque este portal no tiene intención ninguna de salir del ámbito local de Villanueva del Duque, ni desde luego perseguir por toda la comarca el rodaje de El Libro de las Aguas, esta tarde nos hemos acercado hasta Hinojosa del Duque, movidos por la curiosidad de ver a los villaduqueños y villaduqueñas que participaban de extras, caracterizados como personajes de la posguerra.

Animados por ello, hemos llegado hasta la ermita de San Bartolomé, donde tiene lugar el rodaje de escenas de una romería, que no aparece en el libro de Alejandro López Andrada pero que sin duda dará mucho colorido a la película. Allí estaba Elena Furiase, caracterizada como Amalia.

En el libro, Ángel habla así de ella: “No podía pasar más de un día sin hablarle y sin estar con ella en cualquier sitio. Me magnetizaban sus ojos, su voz limpia, sedosa como la brisa en los cerezos. Su risa y sus gestos fecundaban mi interior: cuando ella reía, en mí se abrían las aguas y todo se hacía más hondo y transparente. Más de una vez sentí que me hundía en ella. Me miraba a los ojos y ardían en mi alma las espigas de un crepitar lejano de horizonte estremecido por pájaros de fieltro”.

Aparte de los villaduqueños, había muchos extras también de Pozoblanco, la buena gente del Grupo Jara,  y por supuesto vecinos de Hinojosa.

Y como siempre la Galería de Fotos:

• Galería de Romería en S.Bartolomé – Fotos de J.López

Julio López para villanuevadelduque.com

El pasado sábado, una antigua casilla de la Sierra del Gavilán, con unos expertos toques de los decoradores, se convirtió en la misteriosa vivienda de Catalina (Aurelia en el libro) la vidente. El paisaje, de un verde precioso en estas fechas, lucirá sin duda espectacular en la película.

«Ubicada a unos pasos del bosque de avellanos, escondida entre una espesura de quejigos, la casita de Aurelia parecía casi irreal, una de esas casas extraídas de los cuentos, con los tejados de nata y de frambuesa. Esto era desde la distancia; al acercarte, la estampa de la casita decepcionaba y adquiría, de repente, un aspecto desastroso, un tono mucho más sucio y repulsivo que el ofrecido al ser vista desde lejos.»

«Pronto deduje que se trataba de la Vidente: Aurelia, una antigua vecina de mi pueblo, que había residido antes de la guerra al pie de mi casa, en el callejón del Viento, y gozaba de muy mala prensa entre los vecinos. Tenía fama en el barrio de bruja y hechicera. […] una persona de torvas intenciones que quitaba de en medio a quien se cruzase en su camino. Su espíritu era un volcán lleno de azufre. En su corazón anidaban las arañas»

«Una extraña simbiosis de aromas pegajosos se espesaban confusamente en el ambiente: olores de plantas silvestres maceradas, de setas en descomposición, de hollín y ceniza, de cera recién quemada, de sebo pútrido. La atmósfera resultaba irrespirable, y era apenas dulcificada por el humo, sabroso y azul, que brotaba de la candela, porque el fuego de aquella hoguera era azulado y no había dentro de él ningún tono amarillento.»

Ya tenemos las galerías de fotos:

• Viernes 23-05, fotos de Marisa Medina y Ramón Vidal 
• Sábado 24-05, fotos de M.Cruz Árevalo y Ramón Vidal 

Añadimos también nuevas fotos del día de la presentación de la película, enviadas por José Caballero.

• Más fotos de la presentación de la película 

Textos en negrita extraídos de «El Libro de las Aguas» de Alejandro López Andrada 

Julio López para villanuevadelduque.com