Ha concluido la VII edición de la Feria de Turismo Rural que Villanueva del Duque ha celebrado con todo esplendor y extraordinaria asistencia de visitantes. Ha sido esta una Feria que ha tenido, desde mi humilde punto de vista, unas características que me atrevo a describir y que la hacen diferente a las anteriores ediciones. Y hay que afirmar que cada una ha tenido sus particularidades, sobre todo, en cuanto a la temática original para todos los rincones. Pero he advertido, en esta ocasión, ciertas peculiaridades que bien pudieran sentar un precedente para futuras ediciones. También quisiera manifestar mi desacuerdo con ciertas informaciones que aseguran que existe inconsciencia en ciertas manifestaciones costumbristas que hemos venido celebrando en nuestra Feria de Turismo.
Quiero dejar claro, que todo lo que se ha realizado en los diferentes rincones, ha sido con la voluntariedad de todos los villaduqueños y con el consenso de los vecinos de cada rincón. En cada lugar, los vecinos han aportado su distinta y particular interpretación del tema general que era: «Los años 60 y 70». Unos lo han hecho de manera realista, otros a través de la imitación y otros han dado mayor importancia a la parodia humorística, pero dejando claro que eso era lo que querían hacer. Los vecinos de Villanueva del Duque, son lo bastante inteligentes para saber lo que hacen, sin caer en la grosería o la chabacanería; esto está suficientemente demostrado.
En esta ocasión, debido al tema general que impulsaba la VII edición de nuestra Feria de Turismo rural, la brillantez de la Feria se ha vivido de manera mas intensa por la noche, pues las distintas actuaciones eran apropiadas para esa hora del día. Aunque hay que decir que otras manifestaciones han tenido una gran relevancia por la tarde, como es propio en las actividades taurinas.
Los villaduqueños han dejado claro, de nuevo, que son capaces de organizar un evento de manera coordinada y con total libertad, que atraiga la atención de los múltiples visitantes que nos han honrado con su amable presencia y que han abarrotado los diferentes rincones de nuestra localidad en los días centrales de la semana. A todos ellos les agradecemos su visita y les esperamos en la próxima edición.
En cuanto a las particularidades que decía al principio, me refiero a la mayor afluencia de hijos del pueblo que viven en diferentes puntos de nuestro país y que programan sus vacaciones para hacerlas coincidir con estas fechas, porque consideran importante recordar sus antiguas vivencias en el pueblo que les vio nacer y reencontrarse con sus raíces en las actividades programadas en la Feria de Turismo Rural.
Para finalizar mi comentario quisiera, en primer lugar, mandar un saludo muy afectuoso a aquellos villaduqueños que no han podido estar con nosotros en la pasada feria y animarlos a que procuren su asistencia en la próxima. Y por último, mi mas sincera felicitación a todos los villaduqueños y villaduqueñas que hacen posible todos los años esta manifestación de sensibilidad y cultura que, sin duda, calará en las futuras generaciones para que prosigan con esta actividad que es ejemplo de solidaridad y convivencia.
Miguel Barbero Gómez
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